La Secretaría de Salud del Estado de México se ha pronunciado sobre los videojuegos y su uso por parte de niños y adolescentes. Esta situación ocurre luego de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) diera a conocer que incluiría en su Clasificación Internacional de Enfermedades el “Trastorno del Juego”, mal que aquejaría a los gamers.
Dentro de las recomendaciones que da la dependencia estatal está la sugerencia a padres de familia restringir y supervisar el acceso de sus hijos a los videojuegos, señalando que el uso consolas, tabletas y dispositivos móviles para jugar puede llegar a causar alteraciones en los patrones de sueño, la percepción de la realidad, la dieta y el comportamiento, porque “generalmente estos juegos son bélicos”.
Igualmente señala que los videojuegos proporcionan angustia severa, baja autoestima, falta de socialización, y comportamiento agresivo, y refiere que el uso en exceso puede causar afectaciones en órganos como los ojos, los músculos de los dedos, la vejiga y el colon.
Reportes sobre un incremento en los casos de “adicción a los videojuegos” ha surgido igualmente en otros lados de México como Yucatán, Campeche y Aguascalientes, sin embargo, vale la pena señalar que estos se dan en medio del reconocimiento de la OMS del trastorno, y el incremento en la popularidad de juegos como Fortnite, Playerunknown’s Battlegrounds, y otros del estilo.
También vale la pena resaltar que, si bien todo en exceso es malo, existen diversos estudios que han probado los beneficios de jugar videojuegos, tales como mejoras en la coordinación mano-ojo, en las habilidades para resolver problemas, en la atención y concentración, así como aumentar la capacidad de memoria, ayudar en aliviar dolores, entre otros.
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