Pocos, si no es que nadie, puede negar que ser gamer es muy caro. Un juego AAA, de esos que vienen de los grandes estudios, con presupuestos todavía más grandes, campaña de marketing y todo el show, ronda en la actualidad los $1,099 en la gran mayoría de las tiendas establecidas, con precios no mucho más alentadores, si es que no iguales, en otros establecimientos o en el mundo digital.
Y la verdad es que las cosas no parecen mejorar en el futuro cercano.
¿De qué estoy hablando? De tantos factores macroeconómicos que están dejando al peso mexicano (entre otras monedas internacionales, especialmente latinoamericanas) en la lona frente al dólar estadounidense, como la crisis de Grecia, que recientemente entró en incumplimiento de pagos de su deuda con los acreedores internacionales de la zona euro, la caída meteórica de los precios del crudo de petróleo, que en estas semanas ha mostrado una fuerte tendencia a la baja, y la decisión del Banco Central de China de devaluar el renminbi, la moneda nacional, con la esperanza de reactivar la economía de ese país, la segunda más grande del mundo, impulsando las exportaciones. Estos y más factores macroeconómicos han ocasionado un incremento en la demanda de dólares, y como bien dicta la ley de la oferta y la demanda, a más demanda, mayor precio, debido a una “escases” en la circulación de dólares. Justamente es por esto que en México han empezado a haber más y más “subastas de dólares”, un intento de nuestro gobierno de frenar el encarecimiento del dólar al inyectar en el mercado nacional el billete verde. Pero bueno, al no ser yo un experto en economía, y al no ser este un artículo de especialidad en esa materia, los dejo con ese pequeño breviario cultural, para dar contexto al porqué del precio actual del dólar, y de por qué se espera que suba todavía más.
Regresando al tema que nos interesa:
Desde hace mucho, los gamers en México y en muchos países de Latinoamérica se preguntan por qué si un juego cuesta $50 USD en EEUU, aquí nos lo vienen a vender en $999. La gran mayoría de nosotros seguimos cometiendo el error, ahora todavía peor, de hacer la conversión de 10 pesos por dólar, cuando tiene mucho que ese no es su precio en nuestro país. Aun así, a finales del año pasado, con el dólar rondado en $13, ese juego habría costado alrededor de 650, ¿no? Pues no, queridos lectores, temo decirles que no.
A mucho se les olvida que los videojuegos son un producto de importación “de lujo”, que los distribuidores compran en dólares y tienen que venir a vender aquí en pesos, y ya con eso nos deberíamos de empezar a dar una idea de por qué será que los gamers tendremos que desembolsar más. Conforme la moneda nacional pierde terreno frente a la moneda estadounidense, se vuelve más y más caro traerlos. Es por eso que a inicios de año, cuando el dólar empezó a subir, hubo el ajuste donde pasamos a ver los AAA en lanzamiento de $999 a $1,099
A esto hay que añadirle el hecho de que no se trata solamente de que el distribuidor los compra, los trae, y ya *puff*, mágicamente están en nuestras manos. Vamos por pasos:
1.- El distribuidor los compra en EEUU en dólares.
2.- El distribuidor los tiene que transportar a México.
3.- Al llegar a México, hay que pagar impuestos aduaneros, el arancel, que de acuerdo al precio del producto es el costo del arancel.
4.- Ya en México, el distribuidor no los lleva directo del aeropuerto a la tienda, no, hay que guardarlos en algún lugar. Hay que pagar por un espacio en alguna bodega.
5.- El distribuidor tiene que negociar con algún retail, la tienda que nos vende los juegos, para ver cómo se va a fijar el precio final, para que dicha tienda tenga una ganancia
6.- El precio final incluye toda la mano de obra necesaria para que el videojuego llegue como nosotros los vemos en los estantes. Es decir, empaquetado, transportación, manejo del producto, y claro está, los amables (o en algunos casos, apáticos) empleados de dichas tiendas.
Ahí tienen amigos, esto resuelve la pregunta de por qué el videojuego es más caro en nuestro país que en el vecino del norte. Hay muchas personas e impuestos involucrados en el proceso de traer un videojuego. Y también la explicación de por qué en la gran mayoría de las ocasiones, las tiendas digitales de las consolas (con excepción de las de Nintendo) los videojuegos son más baratos, porque no hay intermediarios.
Pero ni en el mundo digital nos salvamos, ya sean en las plataformas de cada consola, o sitios como Amazon. La simple explicación, en estos lugares se paga en dólares directamente. Mientras más caro el dólar, mayor el costo de descarga un juego.
“Pero Mornië, aquí en México muchos de los grandes publishers tienen presencia”. Si, si, queridos lectores, la hay. Pero no producen aquí sus discos. Los equipos en nuestro país de los grandes estudios, en la gran mayoría de los casos, son equipos de relaciones públicas, dedicados únicamente a promocionar los títulos, y por eso dependen de terceros para poder traer esos títulos a nuestro país.
Al final, en México los videojuegos, y todos los productos de importación, empezarán a ver un incremento en sus precios, por una cuestión meramente de ajuste de mercado, y según la Confederación Patronal de la República Mexicana, este incremento lo empezaremos a ver en septiembre…
Así que ya saben mis queridos lectores… Para finales de año se esperan muchos lanzamientos AAA, y una inflación del 5%... ¡Así que a ahorrar se ha dicho, que este año, el aguinaldo y Santa Claus van a estar muy apretados!